Gabriel Morán

1. Estimado Gabriel, ¿Qué se siente y qué piensas de haber sido elegido por 15 mujeres y tres hombres como un ejemplo de líder en este siglo?

Me siento muy emocionado y privilegiado. Creo que se exceden en generosidad conmigo al considerarme un ejemplo de líder, pero sí que tengo toda la intención de sembrar mucho desde un liderazgo que Dios me ha encargado, para poder hacer un cambio en el mundo. Y en eso creo que coincidimos, de modo que estoy muy entusiasmado de haber sido tomado en cuenta.

2. ¿Qué es Forzavú?¿De dónde nace la idea de crearlo?

Forzavú es un sistema de coros y teatro musical con el propósito de transformar la esfera cultural, generando una comunidad artística fundamentada en valores. Hoy, somos más de doscientas personas que cada semestre presentamos proyectos artísticos que buscan tener una calidad a la altura del cariño que, en cada clase, en cada ensayo, nuestros artistas van construyendo.

La idea nace de dos soñadores: Mónica Pallares, mi socia, y yo. Que siempre tuvimos el anhelo de formar un coro. Hoy por hoy, el destino nos ha encargado mucho más que eso: un sistema de 16 grupos entre coros y teatro musical y nuestro coro principal que fue el primer motor de Forzavú.

3. ¿Qué significa ser un líder? en este caso, de Forzavú.

El liderazgo consiste en transmitir a las personas su valía, de un modo tan claro, que éstas acaben viéndola en sí mismas. Mi padre suele decir una frase de algún autor, que me quedó muy marcada “Una persona no puede llamarse líder, si no puede ejercer liderazgo sobre sí mismo”. De modo que el liderazgo comienza en uno mismo y exige una disciplina grande.

Y en particular, ser uno de los líderes de Forzavú es un encargo maravilloso. El equipo que hemos hecho, para liderar con alegría y con autenticidad, junto a mi socia, Moni Pallares, nos ha hecho crecer a ambos en liderazgo en cada paso, conduciendo con sencillez y sobre todas las cosas, siendo conscientes de que el líder tiene que ir al paso de su equipo para poder conducir de mejor manera, estando pendiente hasta del último detalle. Ser líder no significa ser el primero, por el contrario, significa quedarse al último para poder estar seguro de que todos lleguemos.

4. ¿Qué aptitudes y destrezas te da estar en Forzavú como persona?

Entre las aptitudes que más resaltan en las actividades que realizamos, Moni y yo siempre ponderamos por sobre todas, al trabajo en equipo. También son importantes la capacidad de iniciativa y la creatividad. Se deben repetir constantemente, y por lo tanto se desarrollan mucho en nuestro Forzavú.

Lo mismo pasa con las destrezas. Las directamente relacionadas con lo artístico son muchas, pero podríamos hablar del desarrollo de la capacidad armónica como uno de los que más crecimiento refleja entre nuestros artistas. La expresión corporal es otra de las destrezas que se adquiere con el trabajo en Forzavú.

5. ¿Qué papel juegan las mujeres en tu movimiento?

Podría responderlo en dos palabras: ¡lo sostienen! Forzavú está sostenido sobre varias aristas. Por ejemplo, una de esas es el equipo de trabajo. En el equipo de tiempo completo yo soy el único hombre. En ese equipo, la intuición femenina, el liderazgo, la determinación femenina, diría yo que es fundamental.

Desde la dirección de nuestra Moni; Ari, en proyectos; Isa como profe; Vale en la administración; Johanna en contabilidad; Gaby en comunicación. Todos esos procesos están dirigidos por mujeres. Y marchan como reloj. Cada una, además, con su toque de autenticidad.

Adicionalmente, me encantaría mencionar que en la mente de nuestra directora, desde el inicio estuvo pensado un grupo compuesto solo por mujeres. Y hoy por hoy, WOMEN FORZAVU, es para muchos, su coro favorito en el sistema.

6. ¿Qué aptitudes destacas de trabajar con mujeres?

Por sobre todas, la empatía. Las mujeres, por lo menos las de mi equipo, siempre están en los zapatos del otro, para cada decisión. Desde las decisiones más chiquitas e inmediatas, hasta las más trascendentales.

De ahí en más, mencionaría también su valentía, su eficiencia, su carisma. Yo me disculpo con los míos, pero por lo menos a mí me ha sido demostrado en este tiempo que el trabajo con mujeres es ¡extraordinario!

7. ¿Cómo funciona el trabajo entre hombres y mujeres en tu movimiento? ¿Crees qué hay algo que destacar o trabajar para que funcione mejor? ¿Ves algún problema en trabajar con mujeres? (te agradecemos la honestidad)

Funciona muy bien. Entre hombres y mujeres nunca he visto que por sí mismo haya ningún problema en lo absoluto. No debería haberlo. Sí, creo que hay que destacar que existen diferencias, que deben ser trabajadas con mucha comprensión y sobretodo con equidad. Aquí cabe mucho la diferenciación entre equidad e igualdad.

La igualdad nos haría tomar las mismas decisiones para todos. La equidad nos exige trabajar con cada quien de acuerdo a sus necesidades específicas.

8. ¿Qué sabes tú de feminismo? ¿Qué opinas al respecto?

Sé que es un concepto que se ha distorsionado muchísimo. En nombre del feminismo se han promulgado atrocidades. El movimiento feminista ha sido víctima de una utilización para beneficiar fines absolutamente ajenos al necesario objetivo de la reivindicación que tiene pendiente la humanidad con las mujeres.

Opino que más bien, cada uno desde su trinchera tiene que ser un feminista. Con la reivindicación pendiente, me refiero a los largos y oscuros siglos en los que se hizo de menos a la mujer. Eso hay que reivindicar. Dando a las mujeres el lugar que por muchos años no se les dio. Equilibrar la balanza en todas las áreas: familiar, laboral, social.

9. En general. ¿Crees que nuestro país presenta problemas ante las niñas y mujeres ecuatorianas? ¿Cuáles y de qué forma tú como líder crees que se deberían tratar?

Sí. Hay problemas en nuestro país y en el mundo. En todas las etapas de la vida las mujeres son menospreciadas. Hemos dado pasos hacia delante, pero aún se discrimina desde cosas tan sencillas como el lenguaje “lo haces como niña”, hasta los escenarios más graves como los femicidios. En el medio también está, por ejemplo, la inequitativa división de tareas en los hogares, de cuidados de la familia, entre otras cosas. “Para hacer tal o cual cosa, necesito que (nombre del marido) me “ayude” con los niños”. En nuestra cultura sigue pareciendo que los hombres “ayudamos” con las tareas del hogar o con el cuidado familiar, cuando somos también responsables de nuestros hogares, de nuestras familias.

Estos problemas se podrían minar desde varios escenarios. Dos fundamentales son la educación y el ejemplo. En la educación: la equidad entre hombres y mujeres debería estar presente desde los ejercicios más fundamentales de la vida. Deberíamos todos, además, apoyar proyectos que promuevan la educación. Es un “cliché” decirlo, pero en la educación está el cambio. En el ejemplo: los líderes deberíamos –y es por eso que me ha gustado mucho esta entrevista- insistir siempre por los conceptos de equidad. Hacer campañas conscientes de no discriminación.

10. ¿Qué opinas de la caballerosidad en nuestra época? ¿Qué representa para ti?

La caballerosidad como un acto de cortesía, de gentileza, me parece bien. Deberíamos ser gentiles unos con otros. Ya sea que esta gentileza y estos detalles sean de hombre a hombre, de mujer a mujer, de hombre a mujer o de mujer a hombre. Pero la caballerosidad que oculta detrás de sí un maltrato o menoscabo de la mujer es totalmente cobarde y existe, existe más de lo que a veces imaginamos.

11. ¿Crees que hombres y mujeres somos diferentes?

Absolutamente. No tengo dudas. Y reconocer esas diferencias, potenciarlas, es un generador de riqueza.

12. ¿Qué sabes tú de feminismo sinérgico?¿Qué te parece que exista un movimiento que promueva esto en nuestro país?

Muy poco. He escuchado que le dicen “post-feminismo” o feminismo sinérgico. Recuerdo haber entendido el concepto alrededor de que la idea no es una lucha de unos contra otros, sino en ir de la mano y construir en conjunto. Me parece genial que exista un movimiento que lo promueva en Ecuador.

13. ¿Cuál es tu opinión sobre una mujer que quiere ser madre y también quiere tener éxito profesional , lo crees posible?

Ciento por ciento posible. Conozco muchas. Tengo tres casos muy cercanos. Dos en mi familia. El de mi madre, que es madre de once y trabajó toda su vida. Y el de mi hermana, que tiene tres hijos, un esposo cirujano oncólogo y ella es una pieza fundamental en una farmacéutica multinacional. El otro caso cercano es el de mi socia. Madre de tres hijos y absolutamente exitosa en el ámbito profesional.

Mi opinión sobre ellas: salvan el mundo, “nomás”. Soy un agradecido de tener estos ejemplos tan cerca.

14. ¿Qué papel juega el hombre en la vida de una mujer?

Creo que sería demasiado simplista y erróneo asignar un rol fijo a los hombres en la vida de cada una de las mujeres. El hombre puede incluso no jugar ningún papel en la vida de una mujer. En mi opinión, cada una puede escoger qué papel juega un hombre en su vida.

15. ¿Crees que la vida profesional y personal se deben conciliar? ¿Están contrapuestos?

Absolutamente se deben conciliar. Si no, no habría ninguna armonía. Cada ser humano debe forjar un camino profesional que tenga sentido con su vida personal. Y el profesionalismo, el trabajo, el capital, los bienes, deben estar al servicio de la vida de cada uno y no viceversa.

16. Un nuevo y mejor mundo: ¿Cómo te gustaría que se organicen nuestras relaciones familiares en este siglo?

Sin discriminaciones. Sin roles pre-establecidos .Sin maltratos, desde la construcción misma de las relaciones.

17. ¿Crees que Forzavú es un movimiento o empresa familiarmente responsable para quienes trabajan en ella?

Totalmente. Lo hemos mencionado desde siempre. Nosotros hablamos de una familia, dentro de Forzavú. Y no lo hacemos de labios para afuera. Hablamos de una familia como la soñamos: fundamentada en justicia, en bienestar. Con sus problemas, desde luego, pero con una prioridad innegociable por la familia.

18. ¿Cuál es el futuro de Forzavú?

Seguir cumpliendo sueños. Con la mirada hacia lo más alto y con los pies en la Tierra. Con objetivos claros, metas alcanzables, medibles. Pero con mucha ambición.