
Entrevista Lucía Arteta
Gracias por acompañarnos hoy en este espacio de mujeres de impacto. Desde nuestra iniciativa «Razón y Emoción», buscamos conversar con mujeres maravillosas, líderes e inspiradoras que demuestran que podemos alcanzar nuestros sueños, cumplir metas y, sobre todo, inspirar a otras mujeres e impactar en la comunidad.
Permítanme presentar a Lucía, fundadora y directora ejecutiva de la Asociación de Empresas Familiares FBN Ecuador. También es miembro de varios directorios y presidenta de Medford SA, una empresa de campamentos de verano. Lucía es ecuatoriana, nacida en 1969, casada y madre de tres hijos. Pertenece a la tercera generación de su empresa familiar, un grupo industrial y comercial de productos forestales y tableros de madera.
Su misión en la vida es ser feliz con la persona que es y cree que una vida plena permite hacer feliz a los demás. Su motivación para involucrarse en distintos roles y liderar diversas empresas radica en su pasión por lo que hace y su deseo de generar un cambio positivo.
La fundación de FBN surgió de su interés por trabajar con familias dueñas de empresas para hacerlas sostenibles y fortalecer el vínculo entre la familia y la empresa. A través de FBN, han impactado positivamente en más de 70 empresas familiares en Ecuador.
Lucía ha demostrado que es posible combinar roles de madre, esposa y miembro de directorios con su trayectoria profesional. Aunque reconoce los desafíos, valora el apoyo de su familia y la corresponsabilidad con su esposo.
Es importante entender que se puede hacer todo, pero no al mismo tiempo. Lucía tomó decisiones difíciles, como dedicarse a ser madre a tiempo completo y luego retomar su carrera profesional, demostrando que ambas opciones son válidas y pueden llevar al éxito.
En un mundo donde se busca la equidad de género, es fundamental promover un feminismo sinérgico, que valore la complementariedad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. Lucía es un ejemplo inspirador de cómo las mujeres pueden destacar en roles tradicionalmente dominados por hombres y lograr un impacto significativo.
«Una lección importante que he aprendido de muchas mujeres en empresas familiares es dejar atrás la culpa”. Culparse constantemente por no estar en todos los lugares a la vez nos agota y nos impide disfrutar plenamente de nuestras vidas. Debemos aprender a valorarnos, tomar decisiones sin sentirnos culpables y enfocarnos en lo que realmente queremos hacer.
Thirty Percent Club es una organización que busca fomentar la participación de al menos un 30% de mujeres en posiciones de liderazgo empresarial. La diversidad de género en los equipos directivos es esencial para tomar decisiones más sólidas y alcanzar el éxito empresarial.
Creo firmemente que el liderazgo femenino no es una moda, sino una realidad necesaria. Las mujeres tienen mucho que aportar en los puestos de toma de decisiones. Para ejercer un liderazgo efectivo, es crucial prepararse, mostrar interés genuino, preguntar, tener sentido común y creer en nuestras capacidades.
Es esencial inculcar a las nuevas generaciones, desde temprana edad, la igualdad de oportunidades entre géneros. Debemos animar a todas las niñas y niños a explorar sus intereses y habilidades sin limitaciones basadas en estereotipos de género.
Abrir espacios y brindar oportunidades es fundamental para construir una sociedad más equitativa y prospera. En el mundo tecnológico, donde trabajo, la diversidad también es esencial para impulsar la innovación y el desarrollo.»
Es cierto que los juegos que elegimos para los niños pueden influir en sus decisiones futuras, lo cual es una locura y algo que debemos evitar. También creo que el feminismo no implica que todas las mujeres deban trabajar fuera de casa; es importante defender a aquellas que eligen quedarse en casa y ser madres si eso les hace felices.
El miedo más grande que enfrenté al comenzar mi camino como líder fue el miedo a fracasar. En Silicon Valley dicen que allí está permitido fallar, pero dar ese permiso de fallar a uno mismo es difícil. El éxito es personal y tiene sus altibajos.
En cuanto a las empresas, veo una mayor flexibilidad y apertura hacia las mujeres que quieren ser madres y trabajar. La pandemia aceleró esta tendencia de trabajos flexibles y virtuales, lo que brinda oportunidades para que las madres puedan seguir aportando en el ámbito laboral sin descuidar su familia.
En definitiva, ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentarlo y seguir adelante. A veces, lo más difícil es dar el primer paso, pero una vez que te lanzas, es fantástico. No permitas que el miedo te detenga y sigue adelante con tus sueños.
Lucía, Fundadora y Directora ejecutiva de la Asociación de Empresas Familiares FBN Ecuador habló con nosotras al respecto en una entrevista en vivo por Instagram, aquí el resumen.

La autenticidad y la creación de contenido
El primer consejo de Daniela para vencer el síndrome del impostor en redes sociales es crear contenido que nos guste y motive en lugar de obsesionarnos con el número de likes o seguidores. Ella destaca que no es necesario ser el mejor del mundo en todo, sino especializarnos y saber lo suficiente en un área.
La segunda recomendación es educarnos y compartir lo que estamos aprendiendo. Así, poco a poco nos convertimos en expertos y haremos que nuestra audiencia sea partícipe de nuestro proceso. Daniela también mencionó la importancia de adaptar el contenido a los requerimientos de cada plataformas digital y sumarse a los “trends” de redes sociales. Estar consciente de qué tipo de contenido consumimos nosotros cuando estamos en redes nos permitirá saber cómo producir el propio.
El tercer tip de Daniela para ganar seguridad es pensar que estamos hablando con miles de personas ansiosas de escuchar lo que tenemos que decir o imaginar que estamos hablando con nuestra mejor amiga.
Además, la vergüenza disminuye a medida que se gana seguidores y la práctica definitivamente hace al maestro. Reconocer que todos pasan por momentos de vergüenza y duda al principio nos ayuda a ser más misericordiosas con nosotras mismas. Recordemos que el éxito en las redes sociales no se logra de la noche a la mañana, la perseverancia y constancia son clave.

La distorsión cognitiva y la refutación
El concepto de distorsión cognitiva se refiere a cómo nuestros pensamientos pueden distorsionar nuestra percepción de nosotros mismos y de la realidad, generando creencias negativas y críticas patológicas. En contraste, la refutación consiste en cuestionar y desafiar esos pensamientos distorsionados para obtener una perspectiva más objetiva y realista, reemplazandolos por pensamientos positivos.
Entonces, el síndrome del impostor surge cuando sientes vergüenza y piensas que a nadie le importa tu contenido. Esa sensación surge porque estás pensando cosas negativas como «soy un fracasado», «a nadie le importa lo que tengo que decir», entre otras.
Para identificar si una frase es una distorsión cognitiva, primero debemos analizar si es verdad o no. Por ejemplo, la frase «a nadie le interesa mi contenido» es una distorsión cognitiva, ya que es poco probable que absolutamente ninguna persona del planeta encuentre nuestro contenido interesante.
Entonces, en lugar de decirnos que a nadie le interesa nuestro contenido, debemos transformar esa frase negativa en una voz positiva y realista. Por ejemplo, con algo como «mi contenido puede interesarle a muchas personas, y estoy trabajando en llegar a mi audiencia ideal» o “Yo puedo ayudar a aquellos que saben mucho menos que yo en este tema y puedo aportar mucho a sus vidas.”
Daniela concluyó diciendo que no debemos dejar que nuestra mente nos juegue en contra y que debemos escuchar a la voz positiva en nuestra cabeza que nos dice que lo que tenemos que decir importa.

Gisela Montalvo Chedraui
Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, MBA y Master en Políticas Públicas. Cuenta con Programa Ejecutivo en Leadership Decision Making por Harvard Kennedy School. Directora Ejecutiva de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana CITEC.
Durante varios años trabajó en el sector público del Ecuador como funcionaria de la Embajada de Ecuador en EEUU y asesora en el Ministerio Coordinador de la Producción Empleo y Competitividad. Fue directora de la Corporación Líderes para Gobernar y Directora de la Escuela de Gobierno UHE.
Es miembro del Comité Académico de Unidos por la Educación, Vicepresidenta de la Comisión de Integridad de ICC y Co-fundadora del Movimiento Razón y Emoción.
Esposa de Roberto, mamá de Sergio, Julia y Sebastián, ✨Luna,
José y Macarena.