María Mercedes Cobo
En el ámbito personal
-
¿Qué mujeres han marcado tu vida y por qué?
Crecí en una familia pequeña y poco convencional. Soy la menor de dos hermanas y mi mamá nos crió sola mientras ejercía su profesión de maestra en un colegio rural en Imbabura. Con recursos y tiempo limitados mi mamá sacó adelante nuestra familia y es la mujer más fuerte y resiliente, que ha dado todo por sus hijas.
Mi hermana es sin duda mi mejor amiga y mi mayor inspiración. Es una mujer brillante, independiente y trabajadora, y es ella quien lleva el timón de nuestra familia de tres. Tenemos 11 años de diferencia, por lo que ha sido mi mentora en cada paso y es de quien he aprendido que ningún sueño es demasiado grande si ponemos el trabajo y el corazón al dar lo mejor de nosotros.
No alcanzaría a nombrar a todas las mujeres que han marcado mi vida, tengo grandes amigas y colegas a quienes admiro y de quienes aprendo constantemente.
-
¿Qué valores recibiste en tu familia que te permitieron convertirte en la persona que hoy eres?
- La fe – creer en Dios y en un propósito que trasciende a la dimensión material del mundo en el que vivimos. La fe es mi cable a tierra, aún en los momentos difíciles nunca me he sentido sola o sin salida. Llevar una vida de acuerdo a valores cristianos es un camino para conocerse a uno mismo, y de retos y evaluación constante para crecer en virtudes y ser coherente entre lo que creo y como vivo.
- Responsabilidad con mis estudios/trabajo – mi mamá es mi primera maestra y siempre me motivó a aprender. Desde pequeña fui buena en mis estudios y he tenido el privilegio de obtener becas para estudiar en excelentes instituciones y universidades.
- Ser auténtica – respaldar las palabras con acciones, ser alguien en quien las personas pueden confiar, hacerme responsable de mis actos y reconocer mis errores y limitaciones.
- Servir a los demás, ser sensible ante las necesidades de otros, ser generosa con mi tiempo y demostrar compasión con acciones concretas.
-
¿Cómo crees que afectó en tu vida ser hija de una madre soltera?
Esta pregunta es difícil. Por un lado es inevitable reconocer el aspecto psicológico y emocional de crecer sin una ‘familia tradicional’. Por otro lado creo que me hizo entender desde temprana edad que en la vida las cosas van a ser difíciles y la carga pesada.
Ver a mi mamá enfrentar con valentía las épocas complicadas me hizo valorar cada sacrificio y me dio un sentido de responsabilidad para corresponder a este esfuerzo. Además, ser hija de una madre soltera me hizo reconocer que no es trivial elegir una pareja y formar una familia y que de ser esa mi vocación iba a requerir tiempo y discernimiento.
-
¿Por qué te casaste con tu esposo?
Creo que la familia es la base de una sociedad equilibrada y un tesoro que debemos defender siempre. La vida en pareja, el compromiso cotidiano, el amor desinteresado de padres e hijos y los vínculos fraternos son capaces de trascender y permear a todos los aspectos de la sociedad para cambiarla para mejor.
Unir tu vida a la de otra persona en el matrimonio es un compromiso de amor y entrega sin límites, el inicio de una aventura donde no sabes las alegrías y tristezas que vendrán más adelante pero sabes que serán compartidas.
He conocido muchas familias que me han inspirado y siempre fue uno de mis anhelos conocer a mi futuro esposo e iniciar una familia.
-
¿Crees que tu esposo te ha ayudado a lograr tus metas?
Definitivamente. Mi esposo es un hombre valiente y entregado a nuestra familia. Mi esposo es la persona que me ha apoyado desde el primer día, quien me motiva a creer en mí misma y en lo que soy capaz de alcanzar. Es quien día a día comparte conmigo las tareas cotidianas y quien mas aplaude mis logros.
- ¿Cómo crees que incluir la proyección de futuro de tu esposo ha afectado a tu plan de vida?
Mi plan de vida siempre pensé que sería compartido con mi esposo. Mi esposo y yo tenemos la misma profesión y él siempre ha tenido metas claras y ambiciosas. Somos un gran equipo y si de alguna manera mi plan de vida fue afectado, ha sido positivamente ya que las que eran ‘sus metas’ y ‘mis metas’ se convirtieron en nuestras metas en común.
En el ámbito profesional
-
¿Cómo ha sido tu experiencia de viajar para aumentar tus conocimientos?
Los dos estuvimos interesados en estudiar carreras científicas que no estaban disponibles en Ecuador por lo que aplicamos a programas de postgrado en el exterior en las áreas de interés de cada uno. Yo estudio neuroimagen pediátrica y el estudia epidemiología y evolución de virus. Hemos sido afortunados de tener la oportunidad de estudiar en la misma universidad durante el mismo periodo de tiempo. La experiencia de viajar y formarnos en una de las mejores universidades del mundo ha sido un aprendizaje enorme no solo académico sino también personal. También ha implicado retos y sacrificios como estar lejos de nuestras familias y amigos.
-
¿Cuál crees que ha sido la dificultad que más te costó vencer y cómo lo hiciste?
Sentir que no soy ‘lo suficientemente buena’ para realizar un doctorado. Creo que es una dificultad con la que aún me encuentro cada cierto tiempo (y por cierto una de las más comunes entre estudiantes de doctorado).
¿Cómo vencerla? No compararme con nadie más, pausar, agradecer por lo que tengo ahora y valorar todo lo que ya he logrado.
-
¿Por qué decidiste estudiar tu doctorado?
Durante mi pregrado tuve la oportunidad de realizar investigación en un laboratorio de biotecnología y unos años más tarde dar clases en la universidad. Una de mis pasiones es la investigación aplicada a la salud humana y en particular de bebés y niños por lo que decidí estudiar un doctorado en neuroimagen pediátrica. Durante estos años he generado nuevo conocimiento que puede ser transferido a aplicaciones para mejorar la práctica clínica.
Puedes incluir un mensaje final que quieras transmitir
No es necesario ‘ser exitoso’, tener todos los títulos académicos o grandes reconocimientos para impactar positivamente en la vida de los demás y en nuestra sociedad. Desde donde estamos ahora tenemos tanto que ofrecer y dar frutos que perduren e inspiren a las generaciones que vienen detrás. Una frase que ha estado en mi mente en estos días es ‘esfuérzate y sé valiente’. Tengamos sueños grandes, planteemos metas y trabajemos por ellas, y en el camino aprendamos de lo que sale bien y de lo que sale mal.
María Mercedes Cobo
Soy una mujer católica, esposa, hermana, hija y científica de profesión. Investigadora en neuroimagen pediátrica, candidata a doctorado en la Universidad de Oxford y profesora asociada en la Universidad San Francisco de Quito. Me interesa la implementación de ensayos clínicos para evaluar terapias en recién nacidos y la transferencia de conocimientos científicos para el desarrollo de aplicaciones clínicas.