
Fratelli Tutti continua con el mensaje de una sociedad digna y libre orientada al bien común
Por más de 100 años, la Iglesia Católica ha denunciado las condiciones infrahumanas en la que vive la mayor parte de la población, y el abismo económico que existe entre personas y naciones.
En 1891, la Encíclica Rerum Novarum, denunció la obtención de la riqueza de unos pocos a costa de muchos (los trabajadores). ¿Es mejor entonces el modelo socialista? La Encíclica también condena al socialismo porque atenta contra la naturaleza humana. De la misma naturaleza humana surgen grandes diferencias entre los hombres:
“no son iguales los talentos de todos, ni la habilidad, ni la salud, ni lo son las fuerzas; y de la inevitable diferencia de estas cosas brota espontáneamente la diferencia de fortuna”.
Además, el ser humano, es un ser libre que puede crear, inventar, desarrollar, emprender…, pero esta libertad no le permite abusar de otros para obtener beneficio.
La ley del mercado, “el dejar hacer, dejar pasar” tampoco es la respuesta. El mercado puede determinar en 50 dólares el salario de un obrero (por ejemplo), y con este salario la empresa sigue creciendo, los precios de venta son convenientes para los consumidores, pero al mercado no le interesa si ese trabajador puede alimentar a su familia con esa remuneración. El mercado no es capaz de satisfacer numerosas necesidades humanas (acceso a una buena educación, salud, beneficios para discapacitados, ancianos, niños…) El trabajo nunca puede ser entendido como una simple mercancía, porque quien la realiza es un ser humano, con dignidad, y merece recibir una remuneración digna.
En este sentido, el Papa Francisco se manifiesta en contra de dos polos “los populismos y los liberalismos.” “El desprecio de los débiles puede esconderse en formas populistas, que los utilizan demagógicamente para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos”.
La Encíclica Rerum Novarum promulgada en 1891 estableció la necesidad un salario mínimo justo, el descanso dominical, la limitación de la jornada diaria, la prohibición del trabajo infantil y la especial protección de la mujer trabajadora.
En 2020, Fratelli Tutti pide erradicar la trata de seres humanos, la explotación sexual de niños y niñas, la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado.
La libertad y la dignidad deben prevalecer en todo sistema político. “Convoco a rehabilitar la política, que “es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común” dice el Papa Francisco.
En mi opinión, la única forma de alcanzar una sociedad más humana, digna y libre es caminar hacia el bien común. Donde el desarrollo económico y productivo camine junto a la dignidad de la persona y de la familia. Donde los valores no queden en discursos sino en acciones. Donde se fortalezca la economía pero también el sistema de salud, de educación y atención a los más vulnerables. Donde se invierta en nuevas formas de producción pero también en la familia, el pilar de la sociedad.
Que el 2021 sea un año de tender puentes y abrir corazones.

Cristina Valverde
Esposa y mamá. Abogada de la Universidad de Navarra. Máster en Derecho Canónico, Matrimonio y Educación Familiar. Autora.