
Retroceder para avanzar – un resumen de la historia del feminismo.
Historia del Feminismo
El filósofo español José Ortega y Gasset afirmaba que el hombre necesita retroceder para avanzar, reconstruir el camino que ha recorrido para saber a dónde va. Esto es importante para la vida en general y, en este caso, para estudiar el movimiento feminista en la actualidad; pues da la impresión de que se encuentra fraccionado e inestable, contando con posturas racionales, justificadas y moderadas, pero también con facciones que han degenerado en grupos radicales, fundados fanatismos ideológicos sin bases sólidas. Frente a esta situación, conviene hacer un breve recuento de la historia del feminismo, tanto a nivel mundial como nacional, con el propósito de evaluar el contexto presente y decidir de mejor forma la postura más sensata respecto a este movimiento. Sin duda, resulta necesario tener claro el origen y el desarrollo del feminismo a lo largo de la historia para poder tener una visión más objetiva del mismo y encaminar nuestros pasos a lo que cada uno considere más conveniente.
A continuación, tendrá lugar un sucinto relato del feminismo como movimiento global y también dentro de la historia ecuatoriana. En primer lugar, se hará un resumen sobre el feminismo a escala mundial, desde su aparición en la edad contemporánea. Para ello, la siguiente exposición se dividirá en cuatro etapas, llamadas olas, conforme a la esquematización realizada por la mayoría de historiadores.

Primera Ola
Surgió como producto de la revolución francesa y de las ideas de la ilustración, entre las que destaca la igualdad de los ciudadanos frente a la ley. En esta etapa, además de la icónica promulgación de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, se halla a finales del siglo XVIII la publicación de un artículo de la escritora francesa Olympe de Gouges, llamado la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que trató acerca de la igualdad jurídica de los sexos; siguiendo la postura de Montesquieu y Rousseau, pero haciendo hincapié en el rol de la mujer dentro de la sociedad.

Segunda Ola
Caracterizada por el movimiento sufragista, destacó en Estados Unidos y en el Reino Unido. En 1848, Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott organizaron la Convención de Seneca Falls, en la que se aprobó una declaración que reivindica la igualdad de los derechos civiles de las mujeres, haciendo énfasis en el derecho a votar y a la educación. De ahí que, a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, el sufragio femenino empezó a convertirse en una realidad, empezando con Nueva Zelanda en 1893, seguido por Australia, Finlandia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos en 1920.

Tercera Ola
Tuvo un periodo inicial de desmovilización, como consecuencia de los objetivos alcanzados referentes al derecho al sufragio y a un mayor acceso a la educación. Sin embargo, debido a la II Guerra Mundial, las mujeres adquieren un rol mucho más activo en el ámbito laboral. En este contexto surge una creciente necesidad e interés por ejercer ciertas profesiones en las que generalmente participaban hombres.
También, aumenta la idea de independencia económica de la mujer, junto con una mayor flexibilización legislativa del divorcio. El texto paradigmático de esta ola provino de Simone de Beauvoir, quien en su ensayo “El segundo sexo”, defendía que no hay nada biológico que justifique los roles de género, sino que estos se crean porque las personas cumplen con los papeles asociados a su sexo. Ella sostenía que no se nace mujer, se llega a serlo; por lo que reduce el género a una construcción social.
Es entonces cuando aparece el concepto de “patriarcado”, entendido como un sistema establecido por el hombre para dominar a la mujer. En respuesta a esto, a finales del siglo XX la lucha se enfoca sobre todo en el control sexual y reproductivo, así como en el aumento del poder económico, político y social.

Cuarta Ola
Se ubica en la época actual. Al respecto, se puede resaltar la gran relevancia que adquirió el pensamiento feminista a nivel global. Un ejemplo de ello es la creación de UN Women en 2010, siendo la primera agencia de la ONU dedicada exclusivamente a promover los derechos de las mujeres.
Adicionalmente, proliferan grupos de presión política, fundaciones, asociaciones y organizaciones que realizan campañas promoviendo su agenda. Principalmente, se encuentra una propaganda y un activismo fuertemente financiado, que ataca tópicos como la paridad de representación, la violencia de género y la legalización del aborto, entre otros.
A pesar de estas particularidades del feminismo en el siglo XXI, resulta difícil definir las características de una etapa histórica mientras se está desarrollando. Solo es posible evaluar un periodo temporal, de forma completa e imparcial, cuando este ya ha concluido. Por lo tanto, dejaremos a futuras generaciones concretar en qué consistió y qué efectos tuvo la cuarta ola.

El feminismo en Ecuador
Ahora bien, en segundo lugar, se presentarán una serie de hitos y personajes relevantes en la historia del feminismo en la República del Ecuador, a modo de compilación cronológica. Desde la fundación de este país en 1830 hasta la actualidad, se pueden dividir tres periodos -similares a las olas del feminismo mencionadas anteriormente- que se detallarán a continuación.
Empezamos con los primeros brotes de personalidades feministas en Ecuador, a mediados del siglo XIX. Se trata del “feminismo marianista» o ilustrado, el cual, se caracterizó por la defensa de la emancipación de las mujeres a través del acceso a la educación. Esta primera aproximación al feminismo en este país tuvo una fuerte influencia de la filosofía ilustrada europea y de la figura de la Virgen María, lo que explica su nombre.
Las mujeres marianistas, lideradas por Dolores Veintimilla de Galindo, creían que la educación era la clave para el progreso y la igualdad social entre los sexos. Reclamaron específicamente el derecho a recibir una educación formal y a acceder a profesiones que tradicionalmente habían sido reservadas para los hombres. También, promovieron la igualdad en el matrimonio y en los derechos de propiedad.
Después, comenzando el siglo XX, nos encontramos con lo que se podría denominar como el movimiento sufragista ecuatoriano, con mujeres como Eulalia Pérez de Zaldumbide, Rosa Borja de Ycaza y Matilde Hidalgo de Procel a la cabeza. Los escritos y esfuerzos de estas mujeres lograron su cometido en 1929, fecha en la que obtuvieron el derecho al voto en Ecuador. Adicionalmente, cabe mencionar que este movimiento fue el precursor de la defensa de la maternidad y de los hijos como un tema de preocupación pública.
En 1938, se creó la Alianza Femenina Ecuatoriana, conformada por Nela Martínez, María Luisa Gómez de la Torre, Hipatia Cárdenas, María Angélica Idrobo, etc. Dicha alianza se centró en la maternidad desde una perspectiva política, pidiendo igualdad de derechos económicos, sociales y políticos, e insistiendo en la educación de la mujer, tanto en el ámbito profesional y doméstico. Estas batallas dieron sus frutos a finales del siglo en cuestión; ejemplos de ello son la abogada Isabel Robalino, quien fue la primera concejal de Quito y la primera senadora ecuatorian en 1968, y la formalización de la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres en la Constitución de 1978.
Por último, llegamos al siglo XXI. Hoy en día el movimiento feminista ecuatoriano basa su pugna en temas como la igualdad de género, la legalización del aborto y la erradicación de la violencia de género. En este último periodo, destaca la Constitución de 2008, que estableció la igualdad de género como uno de sus principios fundamentales; implementando políticas públicas de género, medidas de acción afirmativa en favor de las mujeres y medidas contra la violencia de género. En estos tiempos, el feminismo en Ecuador ha sido protagonizado por grupos civiles y políticos que realizan marchas y protestas demandando que se cumpla con sus exigencias; las cuales, generalmente se refieren a los asuntos recogidos al inicio del presente párrafo.
Nuevamente -al igual que con la cuarta ola del feminismo- la etapa presente del movimiento en el país no se puede definir con precisión hasta que haya culminado. La historia todavía esta por escribirse.
Retroceder para avanzar
Para concluir, este corto resumen de la historia del feminismo ilustra el origen y el progreso del movimiento a lo largo del tiempo, de manera que se pueda analizar con mayor claridad y mejor perspectiva el camino recorrido. Para ser capaces de adoptar posiciones personales más acertadas y decidir la senda que se debería tomar, resulta imperativo hacer este ejercicio. Si bien se pueden generar diversas opiniones y posturas, es de gran importancia conocer los fundamentos de las ideas que se defienden, así como los motivos de las acciones que se toman.
Hay que distinguir entre la búsqueda legítima de una convivencia armoniosa y justa entre hombres y mujeres, y la lucha radical por imponer una ideología determinada en la sociedad; diferenciar entre el reclamo de verdaderos derechos y la exigencia de meros deseos. Esta recapitulación nos permite ser conscientes del proceso atravesado, entender de dónde viene y discernir hacía qué dirección conviene ir. A partir del conocimiento del pasado cada uno puede formular convicciones informadas y libres. Por eso, es recomendable mirar atrás para luego ir hacia adelante, retroceder para avanzar.

Sebastián Zaldumbide
Miembro del área de Investigación
Experto Constitucional Jurisdiccional en la Corte Constitucional del Ecuador y Director Editorial de la revista jurídica Industria Legal.
- This author does not have any more posts.