Nacidas para más
Mujeres, estamos hechas para mucho más…
Mi historia
Fui una niña de carácter fuerte, extremadamente dedicada a mis estudios y a la vez temerosa del mundo. Los años, experiencias y confianza otorgada por mis padres, me permitieron que aprendiera a confiar en mí y en el fluir de la vida. Alguna vez, alguien muy cercano me dijo que por ser “mimada” no llegaría a ningún lugar, en lugar de victimizarme o dejarme herir, utilicé esa energía a mi favor y la convertí en un deseo gigante de llegar lejos.
Nunca me consideré sobreprotegida o mimada por mis padres, más bien amada.
Empecé a trabajar a mis diecisiete años, siempre con mis energías puestas en el mismo deseo. Con mucho esfuerzo fui forjando mi camino. Trabajé duro para estar donde estoy, jornadas de más de doce horas por muchos años, semanas de trabajo de siete días. Y así fue como llegué a tener una empresa en sociedad con una americana; nos dedicamos a la compra, venta, importación y distribución de flores frescas, desde distintos países del mundo hacia Estados Unidos y Canadá.
Empresa
FiftyFlowers y Farm Exports se fundaron a inicios del año 2000 por el deseo de mi socia, Liza, de llevar las mejores flores del mundo a su país, Estados Unidos.
Yo me uno a este sueño en el año 2004 como pasante mientras realizaba mis estudios universitarios. Con el tiempo fui adquiriendo más experiencia y responsabilidades. En el 2008 ya graduada de Finanzas y Marketing, empecé a trabajar a tiempo completo. En el 2010 salí del país a obtener mi Maestría en Negocios Internacionales y a mi regreso en el 2012 tomé el liderazgo de toda el área operativa. Con mi esposo vivimos en Brasil por algunos años y desde allí a distancia estuve a cargo de toda la operación; en el 2017 decidimos volver al país y es ahí cuando con Liza creamos una sociedad, yo me encargo de la empresa en Ecuador y ella de la de Estados Unidos.
Juntas compartimos el mismo sueño de alegrar la vida de millones de personas con nuestras maravillosas flores no sólo en sus bodas sino en el día a día. Somos dos mujeres luchadoras, emprendedoras, y llenas de espíritu. Compartimos la dirección estratégica del negocio y cada día sacamos adelante la empresa con mucha dedicación y tenacidad.
¿Cómo llegué a ser empresaria, esposa y madre? Es una pregunta que me hacen constantemente.
Agradezco
Para comenzar, practico la gratitud, la cual enseño a mi hija. Estoy muy agradecida con Dios por la oportunidad de ser madre y a la vez crear abundancia en mi empresa.
Me motiva inspirar a mi hija y a las mujeres de mi empresa, mi mensaje para ellas es que nacimos para cumplir muchos sueños.
Sin duda, nada de lo que he logrado como profesional y madre hubiera sido posible sin organización y mi círculo de apoyo, esposo y familia.
Pido ayuda
Busco constantemente oportunidades para mejorar y ser una mejor versión de esposa, madre y líder. Tanto en mi empresa como en mi hogar, fomento el manejo de emociones, las identificamos y nos permitimos sentirlas sin dejar que dirijan nuestros actos.
Me amo
A mi niña interna, a mi hija de 2 años, a mi angelito del cielo, a mi hija que está en camino, siempre les digo que se amen y se aprueben. Somos valiosas, merecedoras y nos damos permiso para realizarnos.
La autoestima, ese amor propio que tanto necesitamos, es un trabajo diario que requiere constancia, aceptación y mucha compasión.
Dejar de ser tan duras con nosotras mismas es el comienzo del amor propio, aceptarnos, amarnos y permitirnos.
Lo hago con corazón
Para mi, trabajar y ser madre a la vez nunca ha sido un sacrificio, lo vivo con gusto, lo disfruto y cada vez me convenzo de que mi legado es poder ayudar o inspirar a mujeres a ser creadoras de su propia realidad, a soñar y a llegar lejos.
Todos los días los vivo como una aventura, ningún día es igual al anterior; lleno de desafíos en el mundo empresarial, maternal y del hogar.
Esos desafíos nos dejan aprendizajes gigantes, que nos hacen más fuertes que el día anterior.
A todas esas mujeres que están leyendo este artículo les digo que nacimos para más. Que nadie nos diga que es imposible hacer tal o cual cosa, todo es posible para una mente y un corazón dispuesto.
Alejandra Ruiz
Máster en Negocios Internacionales, gerencia y lidera una empresa con cerca de 20 años de experiencia en la comercialización de Flores a Estados Unidos y Canadá.
Su pasión, tenacidad y compromiso le permiten liderar su equipo hacia el cumplimiento de resultados exigentes. Es una mujer apasionada por el aprendizaje continuo, crecimiento personal, emocional y profesional.
Su familia son su pilar, y quienes la motivan a soñar y llegar lejos. Como empresaria/emprendedora, madre, esposa, ha logrado un equilibrio positivo y saludable entre la vida personal y profesional, gracias al enfoque que ha dedicado a su desarrollo integral. Si uno está bien, el resto de aspectos fluyen y se alinean