Nancy Morales
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¿Qué representa para ti la cultura, tradiciones y creencias de una persona?
La cultura representa para mí, la forma en que una persona ve el mundo. Como mujer indígena otavaleña, mi cultura ha impregnado mi personalidad y mi forma de relacionarme con el mundo.
Mi vestimenta, idioma y tradiciones representan en conjunto el orgullo de llevar raíces indígenas y mostrarlo a los demás. Mediante mi vestimenta por ejemplo, aprendí desde pequeña que yo y otra compañera en mi clase éramos diferentes a las demás niñas que tenían otro tipo de vestimenta.
Además de ser indígena, soy cristiana y esta combinación es vista por muchos como una dicotomía porque yo no participaba en rituales relacionados con el culto al sol.
Yo no tuve ningún problema con este aspecto ya que mi fe cristiana fue fundamental en mi niñez y podía sentirme siempre orgullosa de ser indígena y cristiana a la vez. Yo no tenía necesidad de participar en todas las festividades que existen en el pueblo indígena, pero yo podía seguir llamándome indígena porque mi cultura es mucho más que rituales, es mi forma de ser como persona.
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¿Cómo definirías tu bella familia multicultural?
Mi familia es como un espejo del proceso de aprendizaje en que mi esposo y yo nos embarcamos desde que nos conocimos. Además, mi familia es una mezcla de lo que hemos decido es importante heredar a nuestros hijos de cada una de nuestras culturas.
Por ejemplo, para nosotros es importante que nuestros hijos puedan comunicarse con sus abuelos y por eso hablamos nuestros idiomas maternos sin mezclarlos cuando nos dirigimos a nuestros hijos.
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¿Cómo lograron tu esposo y tú llevar una relación sólida a pesar de ser parte de culturas distintas?
Nuestra fe cristiana nos ha ayudado desde el principio a tener una base firme y conjunta. Ahí encontramos nuestros valores y creencias no negociables; y el amor y paciencia que necesitamos para los demás aspectos que sí podemos negociar.
Pienso que todos los matrimonios son resultado de algún tipo de negociación cuando como recién casados, empiezan una vida juntos y la cultura de cada cónyuge se expresa en diferentes situaciones.
En nuestro caso, teníamos un poco más de temas que tratar y que negociar ya que nuestras culturas son bastante diferentes en algunos aspectos.
Es interesante que los suecos también tienen tradiciones muy fuertes y arraigadas, por ejemplo, en la celebración de la navidad todo está definido: la comida, vestimenta, los acontecimientos y horarios. Yo no estaba acostumbrada a celebrar la navidad de esa manera, mi familia solía ser más espontánea en cuanto al festejo navideño, lo importante era celebrar en familia.
Por lo tanto, para mí fue un proceso adaptarme y aprender qué es lo que debo hacer en una navidad sueca porque esta celebración era muy importante para mi esposo.
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¿Cuáles consideras que son los beneficios para tus hijos al ser parte de una familia multicultural?
El beneficio más tangible es que ellos aprenden dos idiomas desde la cuna. Lo que no es muy visible, pero he visto en mis hijos es que ellos aprenden a ver el mundo con una perspectiva más amplia que desde que son pequeños.
Los niños son por naturaleza curiosos y muchas preguntas surgen en eventos cotidianos como cuando ellos quieren hablar con mis papás. Hay siete horas de diferencia y necesito explicarles de manera sencilla que la zona horaria es diferente en Ecuador y Suecia.
Así también he notado que ellos, en comparación con niños que tienen una lengua materna, tienen más facilidad de aceptar e incluir en sus juegos a otros niños que no hablan sueco como idioma materno.
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¿Consideras que para adaptarse a otra cultura u otro país es necesario dejar atrás las tradiciones o creencias de uno?
Yo no considero que uno tenga que negar sus tradiciones o creencias, pero sí estar abierto a aprender de la otra cultura. Si yo he decidido vivir en otro país debo aprender su idioma, sus tradiciones, comida, etc. De otra manera terminaría viviendo en una burbuja sola y me estancaría como persona.
El aprender nuevas tradiciones es hermoso y enriquecedor, y he tenido la dicha de aprender de nuevas culturas no solo en Suecia sino también en Ecuador, cuando estudié en Quito.
Yo no creo que pueda dejar atrás las tradiciones que aprendí en mi niñez, solo las utilizo en diferentes situaciones y con diferentes personas. Además, mis valores me ayudan a distinguir las tradiciones a las cuales sí puedo adaptarme y cuales no me gustaría incluir en mi vida.
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¿Qué crees que es imprescindible para que una familia multicultural funcione?
Paciencia, amor y ganas de aprender del otro. Esto es necesario en el diario vivir para que la comunicación entre pareja funcione, especialmente cuando se hablan idiomas diferentes y uno no puede expresarse con toda la facilidad que uno desearía.
Además, se necesita de mucha negociación para poder crear una subcultura familiar donde ninguna cultura es mejor que la otra, y más bien se crea una propia donde lo mejor de las dos culturas pueda florecer.
Nancy Morales
Esposa y madre de dos niños en edad preescolar. Nació en Otavalo, Ecuador y lleva orgullosamente consigo raíces indígenas otavaleñas que le han ayudado a definirse como persona y mujer. Vive actualmente en Suecia ya que su esposo proviene de dicho país. Estudió economía y finanzas en la universidad San Francisco de Quito, y trabaja actualmente como asistente financiera en una empresa local en Suecia.