
Mi 3×3 : Pérdidas gestacionales
Mis hijos en la tierra tienen mucha suerte, cada uno tiene un protector más, un hermano en el cielo que les cuida. Tengo 6 hijos: Luna, José, Sergio, Macarena, Julia y Sebastián.
El proceso de ser papás, ha tenido que recorrer un camino que nunca esperamos con mi esposo Roberto. Un año después de casarnos, “decidimos” tener nuestro primer bebé, y lo pongo entre comillas, porque ahora me doy cuenta de que en verdad no es una decisión, es una bendición.
Los primeros días de enero de 2016 nos enteramos que estábamos embarazados y, llenos de alegrías, vivimos los primeros meses. A las 12 semanas, en el chequeo donde ya debíamos escucharle el corazón, las cosas no salieron como pensábamos… no hubo latido, pero además, no solo había un bebé, habían dos, pero ninguno con latidos.
Mis mellizos Luna y José habían dejado de crecer. No podíamos creer lo que pasaba, nunca fue una opción para nosotros. Fuimos a dos doctores más, 4 ecos, pero no cambiaba la dura realidad que estábamos viviendo. Tuvieron que practicarme un legrado y, aunque inconsciente por la anestesia, lloré y me despedí de mis dos primeros hijos el 15 de febrero de 2016.
Fueron meses muy duros, de sentir que no iba a poder, de llorar y ser egoísta, porque es cierto, fui egoísta. No podía celebrar las buenas noticias de amigas que esperaban bebés, lloraba cuando veía embarazadas, me daba iras no vivir lo que otras vivían.
Comencé un camino de resentimiento, de iras, de enfermedades, y de varios nuevos procedimientos, hasta que mi doctor me dijo “no más, confía en ti, ya eres mamá”. Y era cierto, muy cierto, podía tener fe y volver a intentar.
Nuevo comienzo
Rober me acompañaba y me apoyaba; yo no me daba cuenta de que él también perdió dos bebés, sentía que solo eran míos. Nos sentamos un día a conversar y me contó lo que sentía, el dolor que también estaba en él y me di cuenta que esto era de los dos… el luto, el dolor, el miedo y también la esperanza dependía y era de los dos.
Llegó Navidad y ese día pedí al cielo mi regalo, volver a ser mamá y así fue, el 25 de diciembre de 2016 nos enteramos que venía un nuevo bebé en camino, mi hermoso bebé arcoíris.
No puedo mentir, quisiera haber disfrutado un poco más el embarazo, pero tenía miedo, teníamos miedo, pero también mucha fe.
El 13 de agosto nació Sergio.
Un nuevo regalo
Casi un año después, nos enteramos de que venía un nuevo bebé. Entre miedo y alegría, comenzamos un nuevo embarazo. Teníamos un viaje planeado los 3, y ahora los 4. Fue un viaje muy tranquilo, de muchos mimos y cuidados.
Un día tuve un dolor diferente, pensé que era la progesterona así que solo descansé y no me preocupé. Al regresar del viaje, de nuevo casi de 12 semanas, fuimos al doctor para el eco de latidos. Entramos felices a contar del viaje y entre sonrisas, la cara de la ecografista cambió, algo no estaba bien.
Llamaron a mi doctor, quien con un abrazo nos confirmó, otra vez no había latido del corazón de mi bebé. Una nueva pérdida, un nuevo luto, pero ahora no podíamos dejarnos vencer, Sergio nos necesitaba más que nunca.
Hicimos los exámenes del ADN de la bebé. Sí, es mujer, se llama Macarena. Mi nena tuvo síndrome de down y se determinó que esa fue la razón por la que no pudo luchar más y su corazón dejó de latir. Ella nos dejó el 27 de septiembre de 2018.
Seguimos intentando
Ahora la balanza para mi era negativa 3 a 1. Me dolía, nos dolía mucho, pero no perdimos la fe, por lo que 1 año después, el 18 de septiembre de 2019 nació Julia María. Un nuevo bebé arcoíris, todo era un riesgo, todo nos daba miedo, pero la ilusión y las ganas de tenerla cerca nos daban fuerzas para seguir.
Y finalmente, 11 meses después, sin pensar ni planificar, y en medio de una pandemia y riesgos que no amerita contar, nació mi 6to bebé Sebastián (mi guerrero).
Cuando me enteré que venía en camino Sebastián, Julia tenía solo 4 meses. Por la “tendencia”, pensaba que otra vez iba a perder mi bebé, sentía que mi cuerpo no estaba listo. Pero los tiempos de Dios son perfectos y a pesar de todo esto, con un Covid que casi nos mata, hoy Sebastián tiene un año.
Y así llego a mi 3×3. Mis 6 bebés, mis niños, mis amores. Mi misión, cuidarlos siempre, a los 6. Pensarles cada día, que mis hijos sepan de sus hermanos, que en mis conversaciones estén presentes. No siempre es fácil, a veces, y tal vez la mayoría de veces, cuando me preguntan cuántos niños tengo respondo 3 y dentro de mí respondo 6, para evitar la compasión y peor la explicación, pero eso no significa que no están. No puedo olvidarlos, no puedo dejar de extrañarlos.
Pérdidas gestacionales
La pérdida gestacional es un dolor, es un luto que no se puede dejar de lado. La ilusión con cada noticia de un nuevo bebé es indescriptible, como es el dolor de saber que se fueron antes de tiempo. Y solo nos queda la fe de saber que están en el cielo, que nos cuidan y que hablarles, hablar de ellos nos mantiene de pie, alegres y fuertes.
No todos los días son perfectos, vale llorar, vale ver mellizos y tener celos, vale querer abrazar a un niño con síndrome de down y decirle lo guerreros que son porque yo tengo una que no lo logró, mi Maca.
Pero también vale agradecer por lo vivido, por el camino que tanto nos enseñó. Aceptar que tengo un nudito que nunca se soltará en mi corazón, pero también que somos afortunados muy afortunados por mis otros 3, por mi 3×3.
Mensaje escrito el 15 de octubre de 2019: “Este día es para ellos, es para nosotros! Para recordar, para extrañar, para decir que siempre están ahí. Para mandar besos al cielo a mi Luna, José y Macarena. Y les pienso a muchas que de distintas maneras hemos vivido este duelo… y somos valientes, muy valientes de seguir sin olvidar, de caminar con un huequito en el corazón y no dejar de sonreír”

Gisela Montalvo Chedraui
Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, MBA y Master en Políticas Públicas. Cuenta con Programa Ejecutivo en Leadership Decision Making por Harvard Kennedy School. Directora Ejecutiva de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana CITEC.
Durante varios años trabajó en el sector público del Ecuador como funcionaria de la Embajada de Ecuador en EEUU y asesora en el Ministerio Coordinador de la Producción Empleo y Competitividad. Fue directora de la Corporación Líderes para Gobernar y Directora de la Escuela de Gobierno UHE.
Es miembro del Comité Académico de Unidos por la Educación, Vicepresidenta de la Comisión de Integridad de ICC y Co-fundadora del Movimiento Razón y Emoción.
Esposa de Roberto, mamá de Sergio, Julia y Sebastián, ✨Luna,
José y Macarena.