
Catherine Cabrera
Cuéntanos un poco de ti.
Mi nombre es Catherine Cabrera, tengo 47 años, soy Guayaquileña. Ingeniera en Gestión Empresarial. Mamá de Isabella de 20 años y José María de 5. Me encanta el cine y salir a comer. Mi familia actualmente está conformada por Francisco, Isabella y José María. Francisco tiene 2 hijos de su primer matrimonio, Ma. Del Pilar y Francisco, así que somos los suyos, la mía y el nuestro.
¿Cómo fue recibir la noticia de que estabas esperando un bebé con síndrome de down? ¿Ha cambiado tu forma de percibirlo en la actualidad?
La llegada de José María fue una completa sorpresa. Jamás me imaginé volver a ser mamá. Siempre repito que no fue un bebito programado pero si amado desde el primer momento que conocimos de su existencia.
Fue un embarazo triple, a sus dos hermanitos los perdí de manera espontánea y José María se quedó en mi barriga aferrado a la vida. Su diagnóstico lo conocimos en la semana 18 de embarazo, aproximadamente, y, fue la mejor noticia para Francisco y para mí, porque sabíamos que a diferencia de sus hermanitos, nuestro José María iba a vivir y eso era lo único que nos importaba.
Desde ese momento empezamos a investigar sobre el síndrome de Down. Conocíamos muy poco sobre esta condición y lo que sabíamos, no era correcto. Nos tocó desaprender y aprender de manera correcta. Conversamos con profesionales con experiencia, con otras familias con hijos con síndrome de Down, empezamos a seguir cuentas como la que actualmente manejamos nosotros en redes sociales.
¿Qué mensaje te hubiera gustado escuchar a ti en ese momento?
¡Felicidades! ¡Tendrás un hijo!
Tiene síndrome de Down que es una característica más. Vendrá acompañado de mayores retos en su desarrollo que a los que se enfrentaron sus otros hijos, pero también de mucho aprendizaje.
¿Cuál fue tu motivación para crear una cuenta en Instagram dedicada a tu hijo?
La gratitud para empezar. Luego, el darme cuenta que con nuestro testimonio le dábamos esperanza de días mejores a otras familias, eso engrandece nuestro corazón. Nos impulsó a seguir compartiendo nuestro día a día con el fin de cambiar la mirada hacia la discapacidad.
¿Qué aprendizajes has tenido de José María?
Mi experiencia muy personal: Que la discapacidad no está reñida en absoluto con la felicidad.
El me ha enseñado a ver cosas que antes no veía y estaban ahí. A valorar las diferencias. Me ha convertido en una persona más empática y me ha enseñado a vivir un día a la vez.
¿Qué herramientas te han ayudado a ti para vivir esta realidad en familia ?
La primera es estar en constante aprendizaje. Leer, investigar, escuchar charlas de profesionales de la comunidad. Ver cuales son las necesidades individuales de mi hijo y de qué forma lo puedo apoyar de acuerdo a nuestra realidad y recursos, para que sea su mejor versión.
Otra herramienta muy valiosa para mí ha sido mi comunidad, aprendo mucho de otras familias. Nos acompañamos en este camino. He conocido personas increíbles gracias a la presencia de José María en mi vida. Compartimos nuestra experiencia, nos comprendemos porque hablamos el mismo idioma.

¿Cómo vives la complementariedad con tu esposo en la crianza de José María?
Somos un equipo con Francisco. Nos apoyamos día a día en la crianza de José María. Cada uno cumple su rol y lo respetamos. Nos complementamos, él le brinda mucha seguridad a Jose María y momentos de risas y zanganadas. Yo soy más de establecer rutinas que son beneficiosas para todos los niños.
¿Qué aconsejarías a los demás para que como sociedad sepamos apoyar a las familias con hijos con síndrome de down? ¿Qué aspectos pueden mejorar?
A las demás personas les aconsejaría que se den la oportunidad de conocer a la persona más allá de la condición. Que no se dejen llevar por los prejuicios y estereotipos del pasado. Que abran su corazón y su mirada hacia la diversidad, les aseguro que se sorprenderán.
A los padres que reciben el diagnóstico que se informen. Un padre preparado es el mejor apoyo para su hijo con síndrome de Down. Que no se apuren pensando si estudiará o no la universidad o si conseguirá un empleo. Que conozcan a su hijo y lo apoyen de acuerdo a los desafíos que se vayan presentando en cada etapa. No generalicen, cada niño con o sin una condición es único.

Catherine Cabrera
Nuestros nombres son Catherine Cabrera, tengo 47 años y Francisco Briz, 52años. Somos Guayaquileños. Nuestro José María tiene 5 años y es parte de una familia muy feliz que lo ama y lo apoya incondicionalmente.
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